En su Declaración de Intenciones del libro Iniciación a la
Fiesta de toros, 1998, Felipe Pedraza argumenta que la Fiesta de toros que se
celebra tanto en España como en varios países de Hispanoamérica, es víctima de
una doble incomprensión. Los que abominan de ella no entienden su sentido.
[...]. Creen los antitaurinos que el torero y el aficionado sienten un
elemental y primitivo placer sádico en el sufrimiento del toro, que imaginan
similar al suyo de estar en el mismo trance.
Asegura que la Fiesta de los toros es un rito y un
espectáculo en que se conserva toda la violencia de la vida. Es – como se ha
dicho- una tragedia en que los actores mueren de verdad. La fiesta de los toros
somete a un protocolo rigurosísimo la lucha entre la vida y la muerte. La violencia
del animal y del hombre, registra el autor, se ciñen a unas normas estrictas.
Cuanto ocurre en esa lid se juzga como creación artística por la perfección
formal con que se ejecuta.
Opina que permite al hombre urbano del siglo XX entablar un
contacto simbólico con las fuerzas de la naturaleza y participar en un rito en
que se aúna lo dionisíaco (lo irracional y telúrico, la sangre y la violencia,
lo genésico y lo letal) con lo apolíneo (lo reglado y medido, el sometimiento a
la razón y la técnica, la transformación de los impulsos vitales en formas que
aspiran a ser perfectos).
Sobre la segunda incomprensión es de la idea que muchos
espectadores, más o menos fervorosos, pero en ningún caso taurófobos, conocen
de forma vaga e imprecisa el significado técnico y el valor simbólico de lo que
ven año tras año en las ferias y fiestas patronales de su localidad. (PEDRAZA,
F. P. Iniciación a la Fiesta de toros. Madrid: EDAF, 1998: 15-17.)
Interpretación del texto
De acuerdo con el
texto sobre las Fiestas de toros, la
lidia es una lucha, un enfrentamiento a muerte que se reviste de un significado
simbólico como reminiscencia del camino de la humanidad para dominar las
fuerzas naturales.
Las siguientes frases
tomadas del texto Los que abominan de ella (línea 3), los actores mueren de
verdad (línea 6) y de lo que ven año tras año (línea 14), pueden ser
transformadas al pasado usando el Pretérito Indefinido porque, según establece
la Gramática Comunicativa de Francisco Matte Bon, este tiempo verbal se usa cuando
el enunciador no quiere describir o
evocar una situación, ni referir los hechos en relación con otra situación,
sino limitarse a informar sobre cosas sucedidas .
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