Aquellos indios que yo siempre había visto a través de
relatos más o menos fantasiosos, considerándolos seres situados al margen de la
existencia real del hombre, me resultaban, en su ámbito, en su medio,
absolutamente dueños de su cultura. Nada era más ajeno a su realidad que el
absurdo concepto del salvaje. La evidencia de que desconocían cosas que eran
para mí esenciales y necesarias, estaba muy lejos de vestirlos de primitivismo.
La soberana precisión con que éste flechaba peces en el remanso, la prestancia
de coreógrafo con que el otro embocaba la cerbatana, la concertada técnica de
aquel grupo que iba recubriendo de fibras el maderamen de una casa común, me
revelaban la presencia de un ser humano llegado a maestro en la totalidad de
oficios propiciados por el teatro de su existencia. Bajo la autoridad de un
viejo tan arrugado que ya no le quedaba carne lisa, los mozos se ejercitaban
con severa disciplina en el manejo del arco. Los varones movían potentes
dorsales, esculpidos por los remos; las mujeres tenían vientres hechos para la
maternidad, con fuertes caderas que enmarcaban un pubis ancho y alzado. Había
perfiles de una singular nobleza, por lo aguileño de las narices y la espesura
de las cabelleras. Por lo demás, el desarrollo de los cuerpos estaba cumplido
en función de utilidad. Los dedos, instrumentos para asir, eran fuertes y
ásperos; las piernas, instrumentos para andar, eran de sólidos tobillos. Cada
cual llevaba su esqueleto dentro, envuelto en carnes eficientes. Por lo menos,
aquí no había oficios inútiles, como los que yo hubiera desempeñado durante
tantos años.
CARPENTIER, Alejo. Los pasos perdidos.
La Comprensión de textos
El
encuentro con los indios en su cotidianidad pone al narrador en presencia de
verdaderos seres humanos, tanto en lo que son como en lo que hacen.
PERFILES – plural de perfil, contorno de la persona vista de
lado.
ASIR – agarrar, aferrar, atrapar.
Hay en el mundo hispánico un cuento popular que empieza de la
siguiente manera:
“Una vieja y un viejo
tenían un queso.
Vino un ratón y se comió el queso que tenían la vieja y el
viejo.
Vino un gato y se comió al ratón, que se comió el queso
que tenían la vieja y
el viejo …”.
¿Por qué en el primero de los casos en negrita se usa EL y en
el segundo AL?
En ambos se trata de complemento directo; en el primero, EL,
es de cosa, y en el segundo, AL, es de persona o de algo tomado como persona.
Yo voy a donde me inviten.
Son las 19:00 horas
aún hay luz natural.
Nadie sabe el porqué de tantas calamidades.
Hay un número considerable de adjetivos que invierten el
significado con el prefijo privativo IN, DE(S) u otros.
SEGURO – INSEGURO
SABROSO – DESABRIDO
PIADOSO – IMPIEDOSO
Pronombres de complemento directo e indirecto; morfología y
colocación.
Ya llegó Pepe. ¿Lo llamo? Sí, llámalo.
Interferencias sui generis.
Cuando vayamos a la feria te compraré lo que te guste.
El enfermo está muy
débil. Se comprende, apenas come.
Cuando me visitó, le preparé una magnífica recepción.
Competencia y actuación. La lingüística ha acuñado los conceptos
competencia y actuación que, con algunas acotaciones, han pasado a usarse
también en la lingüística aplicada.
Conocimiento suficiente de la lengua y uso adecuado a las
diversas circunstancias en que se encuentre el hablante.
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